Malaverismos: El coronavirus invadió a Trump
Publicado: 04/10/2020 06:00 AM
Ante la noticia del contagio del coronavirus en el cuerpo
del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los miembros caídos de la
oposición violenta venezolana andan en carrera para hacerle llegar sus mensajes
de pronta recuperación.
La noticia corrió por el mundo como una invasión de los
Estados Unidos a cualquier pueblo: Trump contrajo el coronavirus. Al enterarse,
el presidente encargado o interino o autoproclamado, escribió un twitter: “Presidente Trump: En nombre del pueblo de Venezuela, le
envío nuestro deseo de que usted y la Primera Dama tengan una pronta y
satisfactoria recuperación del Covid-19”. Se le olvidó agregar que de necesitar
un presidente interino o encargado o autoproclamado, él estaba íntegramente a
la orden, igualmente su esposa podría servir como primera dama, en vista de que
también la señora Trump estaba contagiada.
Julio Borges, preocupado en Bogotá al
enterarse de la noticia del contagio de Trump, y sin pensar en el niño que
atropelló hace algún tiempo, y mucho menos en el empujón que le dio un general
en una oficina del hemiciclo nacional, se dijo para sí: “Tengo que ir a Estados
Unidos a darle apoyo a mi presidente. No importa que me contagie, porque uno se
sscarifica por el país”. Y en eso recibió una llamada de Carlos Vecchio que le
dijo: “Ya te conseguí un cupo en el hospital militar Walter Reed. Te confieso
que estoy asustado, porque si a nuestro presidente le pasa algo, esta vaina
nuestra se va para el carajo”. “Voy saliendo” Contestó el canciller imaginario
del presidente imaginario de la república imaginaria de Guaidolandia.
En Madrid, mientras tomaba una copa de vino
Marqués de Cáceres, Antonio Ledezma recibió la noticia: “Me muero. No lo puedo
creer. Ojala que sea una estrategia para subir en las encuestas. Pero sí eso es
verdad estamos bien jodidos” Y en eso recibió una llamada de Carlos Vecchio:
“Vente, tenemos que estar aquí acompañado al presidente. Ya Guaidó le envió un
twitter pidiendo por su salud y la de la primera dama. Y te confieso que estoy
asustado, porque tú sabes el capital que se pierde” Y le dijo Ledezma: "Si
te refieres a Trump, te digo que es nuestro principal capital, pero si te
refieres al efectivo que tenemos, eso no se puede perder. Voy saliendo. Mándame
el chofer de la embajada”.
En la quinta la Pipa de
Guatire, al frente de su computadora y al lado de la armadura falsa que compró
en Toledo, España, creyendo que era original, Ramos Allup también se enteró de
la noticia. Y dijo: “Es grave. A Trump el coronavirus le está aplicando su
propia medicina. Le está haciendo un bombardeo humanitario. El coronavirus
invadió a Trump. Los que deben estar más asustados que Trump son los compañeros
luchadores en el exilio, Carlos Vecchio y Julio Borges, porque esos sí tienen
que perder si pasa una vaina”. Y se llevó la mano derecha a la cabeza y quedó
como el Pensador de Rodín frente a la armadura falsa y el retrato gigante de
Rómulo Betancourt.
Más allá, en un lugar de Caracas, Capriles
Radonski celebraba que ya no lo iban a sancionar y a quitarle la visa americana
y podría ir a Disney y visitar su apartamento en Nueva York, porque menos mal,
que declaró a tiempo que no iba a participar en las elecciones porque no
estaban dadas las condiciones, y allí, en plena celebración, recibió la noticia
del contagio de Trump, y dijo: "Quien debe estar viajando para Estados
Unidos es Julio Borges, porque sí a Trump le pasa algo nos vamos a enterar de
todo. Y otro que debe estar asustado es el presidente que gobierna por internet
escribiendo tuits”
Mientras tanto, en una playa de Miami, Pablo Medina estaba debajo de una palmera borracha de sol, y al enterarse de que su hermano mayor, Donald Trump, tenía el coronavirus, dejó caer una lágrima en la arena. Y dijo: "Yo también quiero tener ese coronavirus para compartirlo contigo, mi hermano”.
ROBERTO MALAVER
@robertomalaver