Malaverismos: I Cumbre del golpismo contra Venezuela
Publicado: 28/02/2021 06:00 AM
Los días 24, 25 y 26 de febrero de este año 20021, se
celebró en el Hotel Marriot en Bogotá la I Cumbre del golpismo contra
Venezuela, dirigida por el embajador de Trump, James Story.
25 de febrero de 2021
- ¿Aquí es la reunión?
- ¿Cuál reunión?
- La reunión de nosotros con el embajador de Venezuela que
Trump nos puso aquí, en Colombia.
- ¿Cómo se llama el embajador?
- Juanes Historia, creo.
- Mejor siga adelante, porque yo no lo entiendo.
Manuel Rosales era el que que estaba preguntando a las
puertas del hotel Marriot sobre la Cumbre para la que lo habían invitado. El
hombre siguió avanzando con los brazos abiertos, como buscando a quién abrazar.
Hasta que escuchó una voz que lo llamó por su nombre.
-Epa, Manuel Rosales.
El hombre se volvió y vio en un apartado a Ismael García que
lo estaba llamando.
- Epa, Ismael, ¿tú estás invitado?
- No, pero me puedo colear contigo.
- Mejor no, porque se
puede molestar el embajador Juanes Historia.
Y siguió avanzando hasta que vio un cartelito en un pasillo
que decía: Vía I Cumbre golpista. Y
lo siguió hasta llegar al gran salón.
- Llegaste a tiempo, Manuel, porque ya vamos a empezar con
las gloriosas notas del himno de Estados Unidos.- le dijo Julio Borges al
mirarlo.
- Que no me pongan a cantar a mí, porque yo no me sé muy
bien ese himno.
El hombre tomó asiento, y al momento tuvo que ponerse de
pie, porque arrancaron las notas del himno de Estados Unidos. Mientras estaba sentado veía que
Leopoldo López estaba de pie, como delirando, al lado de un gringo que seguro
debía ser el Juanes Historia, y un poco más allá estaba Carlos Vecchio de pie y
viendo para el techo, como contando la cantidad de dólares que se había robado
en Citgo.
26 de febrero de 2021
El segundo día de la Cumbre, Manuel Rosales pensó que se iba
a quedar a dormir en el hotel Marriot, pero le dijeron que le habían alquilado
una habitación en otro hotel. Así que volvió temprano al Marriot y, ahora con
más confianza, avanzaba con los brazos abiertos, como buscando a quién abrazar,
y escuchó una voz.
-Epa, Manuel, déjame entrar.
Era Ismael García, quien otra vez lo había reconocido y le
estaba pidiendo la cola.
-No, Ismael, esa Cumbre es confidencial y tú eres muy bocón
y puedes salir a decir por ahí lo que estamos haciendo para tumbar el gobierno
de Maduro.
Y siguió avanzando hasta llegar al salón, que el día
anterior, y para esa Cumbre, decidieron llamar Adolfo Hitler, como un pequeño
homenaje al escritor del libro, leído por todos, Mi lucha, menos por Manuel
Rosales
Otra vez se escucharon las notas del himno de Estados Unidos
y mientras estaba de pie, Rosales, viendo a Borges, López, Vecchio y James
Story, pensaba en que el tercer día tenía que hacer una ponencia y todavía no
sabía qué iba a decir.
Terminó el himno y el embajador, quien todavía no sabe que Trump
perdió las elecciones, porque se sigue llamando embajador de Trump, tomó la
palabra en español.
-Voy a hablar en español porque me dijeron que el compañero
Rosales no sabe inglés. –dijo.
Y Rosales vio como Vecchio, Borges, y López se reían.
26 de febrero de 2021
Tercer día de la Cumbre y Manuel Rosales entraba otra vez al
hotel Marriot. Como siempre, avanzaba con sus brazos abiertos, buscando a quién
abrazar, y escuchó un grito desesperado.
-Manueeeeeeel.
El hombre se volvió y vio a Ismael García que estaba detrás
de un cordón de seguridad.
-Es el ´último día, déjame entrar para ver si puedo ayudar
en algo
-Tú ayudas más afuera que adentro, Ismael, y sin saber nada,
mejor- le dijo
Y Rosales avanzó apurado hasta llegar al recién nombrado
Gran Salón Adolfo Hitler. Y allí estaba el embajador de Trump, James Story, con
la palabra lista para disparar e invadir el reciento.
- Debo decir que la ponencia que le había pedido al señor
Manuel Rosales no la vamos a poder escuchar, porque estamos muy apurados,
tenemos que hablar con Washington…
- Me salvé –pensó Rosales.
Y el embajador siguió diciendo:
-Tenga por ahí esa ponencia, señor Rosales, que de repente
la escuchamos en la II Cumbre, cundo estemos en el poder.
- Lo que quiere decir que mejor me olvido de esa ponencia
–pensó Rosales.
- Vamos a hablar hoy de las conclusiones –siguió diciendo el
anfitrión james Story. Lo primero que debemos hacer es no participar en la
megaelección, que participen los cobardes y aliados a la dictadura, nosotros no
somos demócratas, perdón, si somos, pero a nuestra manera. Segundo. Insistir en
apoyar y solicitar más sanciones hasta que el dictador entregué el poder. Con
esas dos acciones creemos que es suficiente para continuar en la lucha contra
el dictador.
- Pero eso es lo que estamos haciendo- dijo Manuel Rosales.
- Y lo seguiremos haciendo con más
fuerza –dijo Julio Borges.
Y James Story tomó nuevamente la palabra y dijo:
-Y ahora para terminar, le pido al líder de la democracia
latinoamericana, Leopoldo López, que por favor, nos declame un poema.
Y López tomó el micrófono y recitó:
-El tiempo largo se me hace corto y el tiempo corto se me
hace largo.
Y el aplauso llenó el Gran Salón Adolfo Hitler.
-Muy poética la Cumbre,- pensó Manuel Rosales.
ROBERTO MALAVER
@robertomalaver