Malaverismos: La manifestación que no será transmitida
Publicado: 03/02/2019 08:57 AM
Miles de defensores y defensoras del país, se reunieron en
la Avenida Bolívar, en Caracas, para darle un fuerte apoyo al presidente
Nicolás Maduro, y para decirle al mundo, y sobre todo a Donald Trump, que
Venezuela se respeta.
Desde tempranas horas
de la mañana la Avenida Bolívar empezó a llenarse de gente que llegaba y
se saludaba y se abrazaba, con la bandera venezolana en sus manos. La ondeaban
al viento alegres y dispuestos a salir siempre al frente a defender a su patria.
Mientras en Las Mercedes, en el este de Caracas, la gente de
la oposición también se reunía en la Plaza Alfredo Sadel, para darle apoyo
a Trump. Una bandera norteamericana
estaba fija en la tarima como una demostración del amor que sienten por ese
país. También se escucharon allí las notas del himno de los Estados Unidos. Y
una estatua de la Libertad con los colores de la bandera nacional, amarillo,
azul, y rojo, y con la cara del autojuramentado, se paseaba por la calle.
Dos manifestaciones. Dos países. Venezuela y Estados Unidos.
Sin embargo, en la Avenida Bolívar, las caras de la gran mayoría eran de
alegría y felicidad, mientras que en Las Mercedes se veía en las caras otra
cosa. Rabia y descontento, porque a pesar de que han pasado ocho días de la
autojuramentación del hombre que están apoyando como presidente, han visto que
no ha pasado lo que quieren que pase. Solo pareciera que están esperando una
invasión, porque la injerencia de Estados Unidos en el país está desde el mismo
momento en que el presidente Chávez llegó al poder en diciembre de 1998.
Ese día se cumplían 20 años de la juramentación de Hugo
Chávez como Presidente de la República de Venezuela, y ahora, por decreto de
Chávez, República Bolivariana de Venezuela. Y esa fecha no la olvida el pueblo
fácilmente, porque a partir de ese
momento, con aquella frase de la campaña electoral: "Con Chávez manda el
pueblo", el pueblo, justamente empezó a sentir que era verdad, y se hizo
partícipe y protagonista de esa democracia que ahora está defendiendo del golpe
que, desde Estados Unidos, dirige el presidente Donald Trump a través del
diputado autojuramentado Guaidó.
Cuando el Presidente Nicolás Maduro llegó a la Avenida
Bolívar, la gritería y el entusiasmo se prendió en cada uno de los miles de
asistentes a la manifestación en apoyo a su mandato. Y una vez en la tarima
tomó la palabra para asumir su
legitimidad, y decir que aquí el 20 de mayo se celebraron unas elecciones
legales, donde fue elegido por una amplia mayoría. Y que además, proponía
adelantar las elecciones para relegitimar el poder legislativo. Y que si la
oposición quería, el también quería.
También recordó que este año, lo juró, vamos a recuperarnos
económicamente, y vamos a vencer. Además, le pidió a la Asamblea Constituyente,
a su presidente Diosdado Cabello, que para la próxima semana aprobara la Ley
contra la Corrupción.
Es decir, que en su discurso dejó bien claro que ha venido
trabajando y trabajando para alcanzar lo que se ha propuesto, vencer en esta
guerra económica, que ya todos saben ha sido impuesta por el gobierno de
Estados Unidos con sus sanciones y su bloqueo financiero para impedir que se
compren alimentos y medicinas. Y al final, junto con el pueblo abarrotando la
Avenida Bolívar, hizo el juramento para defender la patria de todo aquel que
intente ir en contra de la legalidad. Juró por Bolívar, por Chávez, por
Guaicaipuro, por Negro Primero.
Mientras en las redes sociales se disparaban para el mundo
las fotos de la gigantesca manifestación de apoyo, con toda la seguridad de que
en los grandes medios que han venido apoyando el golpe, no saldría nada de
aquello que el presidente llamó “los invisibles para los medios”. Como muy bien
lo señaló el periodista español Pascual Serrano, los medios vuelven otra vez a
apoyar otro golpe en Venezuela, como lo hicieron el 11 de abril del 2002, con
otra autojuramentación, aquella vez del hombre de Fedecamaras, Pedro Carmona
Estanga.
Ante esta gigantesca manifestación que se dio en Caracas, como en días anteriores se dio en Monagas, en Lara, en Barinas, en Yaracuy, en Cojedes, en Miranda, en Carabobo, en Apure, el mundo y sus dirigentes políticos y sus organizaciones tienen que asumir una posición más clara, porque es evidente que en Venezuela el pueblo quiere paz y justicia, para seguir compartiendo con las mayorías nacionales lo que Simón Bolívar, llamó la mayor suma de felicidad.
ROBERTO MALAVER
@ROBERTOMALAVER