Malaverismos: Solo Natera salva
Publicado: 21/02/2021 06:00 AM
Los miembros caídos de la oposición salieron a buscar amigos chavistas para ver si lograban que les pusieran la vacuna rusa, pero el llamado de Douglas León Natera, Presidente de la Federación Médica, los detuvo. El hombre dijo que ponerse esa vacuna es peligroso.
Más de uno de los miembros de la oposición venezolana, estaba dispuesto a ponerse la vacuna rusa, pero cuando escucharon al Presidente de la Federación Médica de Venezuela, el Dr., Douglas León Natera, se abstuvieron. El hombre lo dijo bien claro.
-No se les ocurra ponerse la vacuna rusa.
Ramos Allup tenía ya el brazo derecho desnudo y esperando la aguja de su enfermera personal, Chepona Salazar, cuando vio por televisión a León Natera decir que no se les ocurriera ponerse la vacuna rusa.
El hombre había conseguido la vacuna rusa con su cuñado Francisco D’Agostino, en un viaje que hizo en su avión particular a Miami, y se la trajo en regalo de su cumpleaños 79.
Ramos Allup le pidió a su enfermera Chepona que aguantara por un momento la ampolleta, porque tenía que hacer unas consultas para ver qué le decían y llamó a William Dávila.
- ¿Qué te parece, William, la orden del Dr. León Natera?
- Todos los diagnósticos de ese Dr. han sido malos, Henry. Ese el único paciente que ha tenido hasta ahora es la Federación Médica de Venezuela, de ese paciente vive.
- ¿Tú no conoces a nadie que le haya pedido por lo menos una receta, William? –preguntó Ramos.
- Nadie, Henry. Eso lo dice porque sabe que es un triunfo del chavismo que nos duele mucho, y él no puede permitir eso. Es que somos así.
- Yo tengo aquí una ampolleta rusa que me trajo mi cuñado de Miami y me la voy a poner, William.
- Ponte esa vaina, compañero, además, a ti te quedan pocos años de vida útil.
- ¿Cómo es la v aina? Déjate de pendejadas, que todavía los cinco motores me funcionan. Así que me voy a poner mi vacuna.
Apagó su celular. Volvió a llevarse la camisa hasta arriba del hombro y dijo:
-Chepona, échale bolas.
Y la enfermera Chepona le enchucó la ampolleta en el hombro derecho. El hombre no sintió nada.
-Y prepárate, Chepona, para la segunda dosis. Tengo que esperar que Francisco vuelva a Miami para que me la traiga.
Después de tomar asiento en su escritorio, y pasarle un trapo mojado a la armadura falsa que compró en Toledo, España, Ramos Allup decidió llamar a a su compadre Edgard Zambrano.
- ¿Qué hubo Zambranito? Que te parece lo de León Natera? Decir que no se ponga la vacuna rusa.
- Todos estamos locos por ponernos esa vacuna porque los estudios científicos dicen que está comprobada su eficiencia en un 92% y viene León Natera a desmentir a los científicos de todo el mundo.
- Yo me la acabo de poner.
- ¿Qué? Yo no sabía que tú eras médico. Entonces es verdad que tú estás negociando con el chavismo.
- La verdad es que mi cuñado me la tajo de Miami, y justo, cuando mi enfermera, la señora Chepona Salazar, me la iba a poner, salió León Natera diciendo que no se les ocurriera ponerse la vacuna rusa.
- Pero Henry, muéstrame un paciente que haya curado León Natera.
- A nadie.
- ¿Y tú le vas a creer?
- Es verdad, esos diagnósticos de León Natera siempre han sido malos.
- Y una pregunta Henry, ¿Tú no puedes hablar con Bernabé para que me consiga con los chavistas una vacuna rusa?
- Ni de vaina. Yo con ese señor no hablo más. Llámalo tú para ver qué te dice.
Y Ramos Allup apagó su celular y volvió a la computadora. Y mientras releía las declaraciones del presidente de la Federación Médica de Venezuela, Dr., Douglas León Natera, Ramos Allup sonreía, y hablando solo decía:
-Provoca salir a la calle y escribir en las paredes: Solo Natera salva.
Y el hombre se tocaba el hombro derecho, donde le habían puesto la vacuna rusa que le trajo su cuñado de Miami, y se reía.
ROBERTO MALAVER