Malaverismos: Todos contra Capriles
Publicado: 20/03/2022 06:00 AM
Las
declaraciones de Capriles pidiendo a Estados Unidos que suspenda las sanciones
y que sería bueno para Venezuela y los venezolanos que Estados Unidos nos
compre petróleo, pusieron a los miembros caídos de la oposición a botar espuma
por la boca.
Nunca
imaginó Capriles que lo iban a acribillar de esa manera. El primero en
castigarlo por twitter fue el interino Juan Guaidó, quien escribió: “¿Hasta
cuándo con ese señor?”.
-Yo
estoy de acuerdo con Capriles.
Afirmó
Henry Ramos Allup mientras le pasaba un trapito a la falsa armadura que le
vendieron como verdadera en Toledo, España
-No
lo digas en voz alta que te queman vivo.
Le
contestó Edgard Zambrano, quien desde que nombró candidato a Ramos Allup para
las primarias de la oposición, parece que se quedó a vivir allí, en la quinta
La pipa de Guatire.
-
Es hora de que reconozcamos nuestros errores.
-
Lo que pasa es que son muchos. Y si empezamos a reconocerlos no nos va a
alcanzar el año.- Le contestó Zambrano.
-Yo
tengo varios errores por los que me han jodido bastante. Dígame ese de las
pruebas del fraude.
-
Es cierto, Presidente, usted tiene más errores que canas.
La señora Críspula Salazar, quien volvió porque
Ramos Allup fue hasta su casa para pedirle que por favor regresara, que
extrañaba muchos sus tequeños, y la señora Críspula aprovechó y le pidió
aumento y varios bonos mensuales, se acercó con una bandeja de tequeños y la
puso en la mesita cerca de Zambrano.
-
No pongas la bandeja tan cerca de Zambrano, Críspula, que me va a dejar sin
comer tequeños.
-
No se preocupe, Presidente que yo le dejo algunos por aquí.
Los
dos hombres habían quedado de reunirse para hablar de la campaña electoral para
el 2024, y tenían rato discutiendo acerca de las declaraciones de Capriles.
-
Yo creo que Capriles se va a lanzar como candidato otra vez para el 2024.
-
Pero usted lo puede vencer fácilmente, Presidente.
-
No te creas, esa gente tiene sus admiradores, Zambranito.
-
Yo me metí en twitter y le dijeron de todo por esas declaraciones. Gente que
decía que se arrepentía de haber votado por él y que más nunca lo volvería a
hacer.
-
Esa gente de twitter son unos odiadores profesionales.
-
Pero hasta Guaidó le cayó encima, Presidente.
-
Ese no cuenta. Ese no se va a olvidar nunca del ridículo internacional que está
haciendo. Claro, que con todo lo que se ha robado puede irse con el Rey Juan
Carlos a pasarla bien por los países árabes.
En
ese momento le sonó el celular a Ramos Allup y lo atendió.
-
Que tal William Dávila, hermano, cómo estas. ¿Molesto con Capriles?. ¿Que está hablando a favor de la dictadura? Bueno,
usted sabe que él candidato para el 2024 soy yo. Cuento contigo.
-
Así se habla mi presidente.
Ramos
Allup sonrió y le dijo a Zambrano:
-
Este Sigatoka Negra se las sabe todas. Llama para saber qué opino yo de lo que
dijo Capriles, para ver si me agarra fuera de base. Todos están contra
Capriles, y te confieso que la mayoría de la gente está a favor de Capriles,
porque lo que quiere la gente es que el país esté bien.
-
Es verdad, Presidente, eso se piensa pero no se dice.
-
Yo tengo que salir a la calle, Zambranito, porque la gente me está olvidando.
-
Cuando quiera dar entrevistas, Presidente, yo le consigo todas las que quiera.
-Yo
te aviso.
Y
Zambrano le mostró los afiches y el material POP que los creativos de AD habían
creado para la campaña de Ramos Allup. Había un afiche que decía: Con Ramos
Allup, leales siempre. Y Ramos Allup dijo:
-
Qué vaina es esa Zambranito, no te das cuenta de que eso es de los chavistas.
-
Si mi Presidente, pero no importa eso es para joder a Bernabé, que nos
traicionó.
-
Cambia esa vaina. Van a decir que le estamos robando las consignas. Y eso es lo
que nos falta, que nos robemos también las consignas.
Y
en ese momento se escuchó la voz de Críspula que decía:
- Candidato, por favor, que venga a tomarse la pastilla.
-
¿Cuál pastilla?
-
La de la memoria, mi amor, que se te están olvidando muchas cosas.-le contestó
la esposa desde la cocina.
-Ah, es verdad, hasta luego, Zambranito. Nos vemos.
ROBERTO MALAVER