Mayo de 1821: Diversión de Cruz Carrillo
Publicado: 04/05/2021 04:21 PM
En el arte de la guerra
están inscritas con letras de oro las actuaciones del Ejército Libertador de
Venezuela durante la Revolución de Independencia. En una de esas páginas
gloriosas reluce la magistral actuación
de un poco conocido joven patriota,
de origen trujillano, cuyo natalicio celebramos esta semana de principios de
mayo. Sus acciones, en el frente
occidental, fueron decisivas para la
victoria que se cosecharía un mes después en las sabanas del Campo de Carabobo.
No eran momentos para
perder tiempo, las horas del imperio español estaban contadas, el Coronel Cruz
Carrillo pasó de largo su 33 aniversario de vida y al mando de uno de las
tropas más disciplinadas y organizadas partió rumbo a El Tocuyo. Todo esto obedecía a un Plan Maestro,
diseñado, en noviembre de 1820, por Bolívar y Sucre para liberar a Venezuela de
300 años de depredación imperial.
La operación encomendada
a Cruz Carrillo tuvo un triple propósito. En comunicación que le enviará El
Libertador el 21 de abril le explica:
“La acción que se
encarga a Ud. sobre Valencia, aunque es de diversión puede llamarse decisiva
porque ocupada aquella ciudad y amenazada inminentemente por esta columna debe
el enemigo o perder comunicaciones con Caracas y Puerto Cabello o desmembrar su
ejército”
El primer efecto deseado
era hacer pensar al enemigo que las
fuerzas patriotas eran inmensamente superiores, en segundo lugar evitar las
comunicación entre los bandos realistas y por último fracturar al enemigo
impidiendo que la totalidad de su contingente armado acudiera a la cita final
en Campo de Carabobo. Estas tácticas militares conocidas como la Diversión
de Cruz Carrillo desbarataron la estrategia del bando contrario,
confundieron al alto mando realista y dividieron sus fuerzas.
Para tal fin, Cruz
Carrillo efectivamente ocupó El Tocuyo
obstruyendo la vía hacía Nirgua, para posteriormente enfrentar a los realistas
en San Felipe, amenazando a su vez a la guarnición realista de Valencia. De
esta manera obstaculizó una de las cinco rutas hacia Carabobo e impidió el
paso de los realistas que venían de
Occidente a reforzar las tropas de la Torre. Su estrategia tomó por sorpresa a
los monárquicos que fueron derrotados por el prócer trujillano en la capital de
Yaracuy.
En virtud de la operación decisiva y exitosa de Cruz
Carrillo en Yaracuy, el jefe realista la Torre envío dos batallones, al mando
del coronel Juan Tello para enfrentarlo.
Esto desmembró aún más el poderío realista, la Torre concentró su
ejército en la sabana de Carabobo preparándose así el escenario definitivo para
la batalla definitiva.
La notable hoja de servicios, de Cruz Carrillo, demuestra
que fue un auténtico obrero de la libertad. En 1810 se une al ejército patriota,
junto con sus hermanos, como soldados de
voluntarios de Trujillo. En 1812 se puso
a las órdenes del Brigadier Simón Bolívar en la Campaña Admirable.
Combatió ese mismo año en Carache bajo el mando de Atanasio Girardot y con
Bolívar en Taguanes. En 1813 derrota a
los realistas en la batalla de los Cerritos bajo el mando de Ramón García Sena.
Se distinguió en la batalla de Araure en la que triunfa Bolívar sobre las
fuerzas de Ceballos y Yañez, es ascendido a Capitán. En 1814, operó bajo el
mando del General Rafael Urdaneta, en San Carlos, Ospino y Valencia. El 30 de
Octubre de 1815 vence a los realistas en Chire, bajo el mando del general
Joaquín Ricaurte. José Antonio Páez lo eleva al rango de “Bravo Comandante de
Apure” por su actuación en Mata de Miel, Yagual, las Queseras del Medio y
Mucuritas. En 1818, enfrenta a los realistas en Calabozo (12 de febrero), El
Sombrero (16 de febrero), Ortiz (26 de marzo) y Cojedes (2 de mayo). En 1819
parte con Bolívar a la Campaña de la Nueva Granada comandando el batallón
“Bravos de Apure” donde se destacó en las batallas de Gameza (11 de julio),
Socha, Pantano de Vargas 25 de julio) y
Boyacá (7 de agosto). El 22 de agosto al mando de una división vence al coronel
realista Lucas González en El Socorro.
Fue un incondicional a
Bolívar hasta las últimas consecuencias, jamás
vendió su espada a la traición,
ni la puso al servicio de las discordias entre hermanos. No se prestó al odio
anti bolivariano de Santander y Páez. Las guerras intestinas contra sus
compañeros de armas fieles al Libertador lo apartó de las armas. Eso le valió
la persecución, prisión y destierro de los separatistas de Bogotá y Caracas,
luego de la disolución de la Gran Colombia. De este grande y humilde trujillano es la frase:
“En las guerras civiles
no se conquistan glorias ni se ganan ascensos”
Al condecorarlo en el
campo de batalla con la “Estrella
de los Libertadores”, Bolívar dejó
constancia del alto relieve, capacidad logística y arrojó en la acción de
este ilustre hijo de Trujillo. Al imponerle la medalla, acuño la frase:
“Cruz Carrillo es el más
valiente oficial que se pueda desear”
Pero el guerrero no
tiene reposo, luego de envainar la espada, se transformó, hasta el día de su
muerte, en magistrado al servicio del pueblo. Se dedicó a fundar centros
escolares, contratar maestros de escuela, distribuir enseres de enseñanza,
dotar de libros a los estudiantes y promover la vida republicana.
Al haberse cumplido 233 años de su nacimiento, y
200 años de su brillante victoria, elevamos nuestra mirada al cielo de los
héroes venezolanos donde el nombre de este ejemplar andino deslumbra con el eterno destello de los
vencedores de Carabobo.
¡Rumbo a Carabobo 200!
¡Unidos nosotros
venceremos!
ALEJANDRO CARRILLO