OEA incitó al golpe de Estado en Bolivia al cometer Ultra Petita durante proceso electoral

El Golpe de Estado no hubiese sido posible sin el apoyo e incitación de la OEA por intermedio de su Secretario General Luis Almagro
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Publicado: 14/11/2019 01:50 PM

La actual tragedia política boliviana encuentra sus causas más que en el descontento de la ultra derecha con la forma de gobernar del presidente Evo Morales Ayma, en el gigantesco apoyo internacional a grupos neo fascistas que buscaban romper el hilo constitucional, lo cual se constituye en un factor exógeno de flagrante violación del principio de autodeterminación y de la soberanía popular e independencia de un Estado soberano como la República Plurinacional de Bolivia.

 

Es un hecho público y notorio en primer lugar que lo ocurrido es un Golpe de Estado auspiciado por el gorilas militares, es decir por la Fuerzas Armadas de ese país quienes confabulados con poderes fácticos externos han sido capaces de exponer la vida de sus conciudadanos a cambio quizás de un puñado de dólares.

 

El que las Fuerzas Armadas le hayan solicitado la renuncia al presidente constitucional, presionándolo con la oleada de saqueos y persecuciones a sus familiares y a líderes políticos de la fórmula presidencial es más que evidente que se trata de un golpe de estado, ademas apoyado por las fuerzas policiales con su inacción para contener los desórdenes, saqueos y persecuciones.

 

Estas acciones internas no hubiesen sido posibles sin el apoyo e incitación que desde organismos internacionales como la OEA por intermedio de su Secretario General Luis Almagro,  mostró hacia la oposición recalcitrante fascista boliviana, con su actuación durante el proceso electoral y sus constantes pronunciamientos a priori, alentando las actitudes opositoras para que crearan el caos sin ninguna razón política- técnica.

 

Aun cuando se habían establecido acuerdos entre el gobierno constitucional y el organismo regional, este no respeto dichos acuerdo entre las partes, abandonó su papel de árbitro imparcial o mejor dicho sus  funciones de observador como se acostumbra en estos casos electorales en cualquier país del mundo, emitió opiniones engañosas, adelantadas a los tiempos establecidos, exigió actuaciones al gobierno fuera del marco constitucional y alentó esperanzas a los opositores sin tener elementos de convicción al respecto.

 

Evidentemente también hubo actuaciones de gobiernos extranjeros interesados en acabar con el progresismo en Bolivia que sirvieron de caldo de cultivo al golpe de estado, pero  hasta cierto punto  eso se pudiera tomar como una práctica de países poderosos imperiales para someter a los más débiles, lo que no puede aceptarse es que el organismo regional que debe cumplir funciones de resguardo, protección y garantía de la democracia en el continente, haya contribuido a socavar estos principio en Bolivia, como también intento hacerlo en Venezuela.

 

Su estrategia era y es muy simple, acabar con el gobierno progresista de Bolivia, por instrucciones del imperialismo como hasta ahora ha actuado un puñado de países miembros del Grupo de Lima tutelados por EEUU y coordinados por el Secretario General de la OEA Luis Almagro convicto y confeso de ser peón del imperialismo, esta vez previendo que una vez socavada la democracia, apartado Evo Morales de la Presidencia de la República, podrían establecer en Bolivia un tutelaje desde la OEA para supuesta recomposición democrática, reestructurando el órgano comicial a su antojo o petición del imperialismo estadounidense para que gane el candidato de la derecha en unas nuevas elecciones que ellos pretenden realizar violentando la constitución al no dejar terminar el periodo presidencial, es decir el mismo formato aplicado por la OEA en el año 2010 en Haití donde impuso una formula reestructuradora de su órgano comicial, que dio como ganador final al candidato aliado al imperialismo para ese momento en el país caribeño.

 

Es evidente que al presidente Evo Morales se confió en en la institucionalidad de la OEA, aun sabiendo que su actual secretario general tiene un alto prontuario de intervenciones y actuaciones a favor de los intereses estadounidenses; no debió confiarle el tutelaje de las elecciones, más bien debió oportunamente como lo hizo Venezuela separse de ese bodrio de culebras venenosas que solo busca embullir los gobiernos progresistas de la región.

 

Hasta ahora solo ha habido inacción del Secretario General de la OEA, luego del golpe de Estado en Bolivia, no ha sido capaz de defender la democracia como lo establece el artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana, por lo cual el gobierno de México solicitó una reunión del Consejo Permanente para que emitan un pronunciamiento en contra de la violación de esta Carta Democrática Interamericana y de los acuerdos, pactos y convenciones en materia de derechos humanos como lo establece el derecho internacional de los derechos humanos que los organismos internacionales están en la obligación de garantizar o exigir sus garantías en los estados miembros.

 

Finalmente es necesario aclarar que las decisiones de los representantes de organismos internacionales como la OEA, en este caso la del Secretario General Luis Almagro, a menos que sean para la restitución democrática y no violación de derechos humanos inalienables a las personas, no son vinculante, pues son meras opiniones, tampoco son de obligatorio cumplimiento dentro de un Estado soberano, si no han sido adoptada mediante resolución por la mayoría exigida de los miembros del Consejo Permanente o la reunión de cancilleres, por lo cual el señor Secretario General de la OEA en el caso de Bolivia, incurrió en Ultra petita, lo que en derecho internacional y decisiones de la Corte Internacional de Justicia se le dice cuando se extralimita en sus funciones o decide sobre lo que no se le ha solicitado.

 

 

RAFAEL SOSA VARGUILLA


@rafaeliginio


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