Opinión: Martin Luther King profeta del pueblo... A 90 años de su nacimiento
Publicado: 15/01/2019 10:05 AM
Hoy se cumplen
noventa años del nacimiento de este insigne
teólogo, filósofo, jurista, magistral orador e incansable activista político
del credo de la no violencia. Durante sus 39 años de existencia se alimentó de la
vida, obra, metáforas y poesía de Jesús
de Nazareth, Mahatma Gandhi, León Tolstoi y Percy Shelley; quienes enardecieron su espíritu de lucha y lo antecedieron en esta línea de acción
pacífica y sostenida contra los métodos
de violencia imperialista.
Este sistema
fundamentado en los textos del evangelio establece una lucha de largo aliento y
maratónica. Mientras las distintas denominaciones cristianas hacen de los
evangelios un instrumento para adormecer a la feligresía, controlar la mente de
los pueblos y bendecir las guerras, Martin Luther King, por el contrario los
convirtió en un instrumento de lucha para despertar los corazones, iluminar
conciencias, aclarar mentes y levantar a la población negra y blanca en la
lucha dispar, pero pacífica por la conquista
de sus derechos sociales, humanos, esenciales y políticos.
Nunca antes en la
historia de la humanidad la palabra de Jesús de Nazareth fue enarbolada en
forma tan magistral para derrumbar los muros de la intolerancia, el racismo, la
xenofobia y la opresión imperialista, como en vida lo hizo este pastor baptista
orgullo de quienes combatimos a favor de la paz, la concordia, la sana
convivencia , la fraternidad y la liberación de los pueblos.
Martin Luther King
supo ser e interpretar el espíritu vivo de su tiempo, se anclo firme, con un verbo excepcional, en
el credo de la no violencia, para
confrontar y derrotar el régimen autoritario de exclusión racial. En el contexto de una sociedad poseída por su
complejo de superioridad aria, que
después de la Guerra Civil (1861-1865) y hasta el comienzo de los años 60 del
siglo XX, practicó sin tregua los linchamientos e incineración de negros en los
estados del sur y el status de
minusvalía jurídica, laboral, educacional y social en el norte, Luther King
ejerció y desarrolló el concepto táctico de muchas batallas bregadas sin armas, similares a una prueba de fondo. Asalto por
cansancio y por el impacto de la verdad en las conciencias.
A pesar de la represión brutal de los cuerpos
policiales y tropas del estado, de los
apaleamientos y dentelladas de perros entrenados, para impedir el registro de electores de
color, Luther King respiraba profundo y seguía adelante. Por encima del sabotaje permanente que ejercían los
blancos para bloquear el acceso a los
centros de poder así como los letreros cargados de odio para impedir que
tuvieran acceso a hoteles, restaurantes, parques, cines, bares y asientos
delanteros en medios de transporte, el
Dr. King y sus miles de seguidores siguieron siempre adelante.
Aquel muro de la
intransigencia xenofóbica y la pobreza que valientemente derribó Martin Luther
King en sus 14 años de lucha, es la misma muralla que hoy ese destacado,
prominente e implacable hijo del Ku Klux Klan, Donald Trump, apoyado por la derecha rastrera
y lacaya del Cartel de Lima, trata de levantar para aislar a Venezuela.
El sueño de Martin
Luther King por un mundo mejor es posible.