Opinión: Venezuela debe encender las alertas con el retorno del uribismo al poder

Colombia aspira convertirse en ejecutor real de la política guerrerista de Estados Unidos en Latinoamérica
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Publicado: 20/06/2018 03:33 PM

Colombia el país con el tercer lugar de desigualdades sociales en América Latina, donde el 1% de la población es dueña del 81 % de las tierras; con organizaciones paramilitares que han asesinado en menos de un año a 250 líderes sociales, logró firmar un histórico acuerdo de Paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias FARC, gracias al apoyo internacional y fundamentalmente al de la Venezuela Bolivariana.

Hoy el pueblo colombiano ha elegido un nuevo mandatario en medio de una altísima conflictividad social, decidió entre la opción del representante del ultraderechismo-uribismo Iván Duque y el de la Colombia Humana, el progresista Gustavo Petro.

Bajo reglas democráticas colombianas ganó el representante del uribismo, el ultraderechista Iván Duque, quien prometió en su campaña reformular los acuerdos de Paz para impedir participación política a los líderes del nuevo partido FARC, antiguo movimiento Guerrillero, así como profundizar el latifundismo y seguramente el paramilitarismo obra clásica de su mentor político.

Esta elección respetable por ser decisión democrática un país soberano, debe crear preocupación en el seno de la sociedad venezolana, pues históricamente hemos sido agredidos de manera comercial, política, diplomática y con paramilitares, brazos ejecutores de la parapolítica o narco política colombiana, pero en este caso debe haber muchísimo más cuidado pues el señor presidente electo de Colombia Iván Duque ha prometido impulsar un supuesto rescate de la democracia en Venezuela  y ya ha declarado su disposición a cumplirlo.

Siendo él, un representante del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, quien declaro que durante su gobierno no envió fuerzas militares para invadir a Venezuela porque el mandato no le alcanzo, sin embargo si envió grupos paramilitares que gracias a la astucia política del presidente Chávez fueron capturados y regresadas a su país como lo establece el Derecho Internacional Público.

Duque, nuevo presidente colombiano, además de representar la reencarnación del gobierno de Uribe, es  el candidato del imperio, el garante de mantener las bases gringas en territorio colombiano y de dar continuidad a la alianza con la OTAN, factores que se han constituido en una amenaza a la paz y estabilidad latinoamericana y más aún a la venezolana.

Al revisar la geopolítica internacional, el comportamiento de las relaciones internacionales entre los Estados, debemos estar atentos, pues Colombia que es fiel defensora del imperialismo, del presidente Donald Trump en América Latina, constituye un instrumento fehaciente de desestabilización latinoamericana.

Colombia representa en América Latina lo que Arabia Saudita representa en la península arábica, que es el agresor, inquisidor, devastador e invasor de Yemen, país soberano que hoy se encuentra sumergido en una cruenta guerra internacional atacado por Arabia Saudita quien cumple instrucciones del gobierno estadounidense que irresponsablemente, desobedeciendo las consideraciones de la ONU y sin autorización de su congreso, financia ataque crueles, inhumanos contra la población yemení, donde más de 22 millones de habitantes están muriendo de hambre, con una enorme crisis humanitaria como consecuencia de la guerra liderada por el imperialismo atroz que crea crisis para luego ofrecer ayudas humanitarias.

Colombia aspira convertirse en ejecutor real de la política guerrerista de Estados Unidos en Latinoamérica y fundamentalmente contra Venezuela quien ha sido considerado amenaza para la estabilidad estadounidense en la región.

El nuevo gobierno colombiano, promete no ser tan moderado como lo pudo haber sido Juan Manuel Santos, pues éste se alejo de la línea de Uribe traicionando a su mentor político, sin embargo Iván Duque no lo hará, sus ataduras al uribismo centroderechista por el apoyo prestado le harán mantener aliado a la parapolítica colombiana enemiga número uno de la democracia venezolana.

A a solo minutos de haber sido reconocido Iván Duque como ganador, líderes de la derecha venezolana, exiliados o escapados de la justicia nacional como Antonio Ledezma han emitido declaraciones augurando que Iván Duque será un gran colaborador para derrocar lo que a su entender es la dictadura en Venezuela.

Bajo estas circunstancias el gobierno legítimo, constitucional, junto al pueblo venezolano deberá hace valer más aun su independencia y soberanía, deberá establecer políticas de defensa integral para contrarrestar la nueva arremetida que desde territorio colombiano se ejecutará pretendiendo materializar los deseos de Álvaro Uribe Vélez de invadir nuestro sagrado suelo patrio.

RAFAEL SOSA

@rafaeliginio

 

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