Chávez y la reivindicación de la política con P de Pueblo

El Comandante Chávez en su memorable discurso en la ONU
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Publicado: 28/07/2021 07:34 AM

Es harta conocida la prédica aristotélica de que “el hombre es un animal político”, esto como una forma de explicar que el ser humano se diferencia de los animales porque, gracias al raciocinio, vive en sociedades organizadas políticamente.

Pero para los tiempos modernos, el término “político” es asociado a las personas que hacen vida partidista o comulgan con ideologías y pregonan discursos en función de convencer y argumentar sus ideas, visiones y proyectos.

Entendiendo esta última idea sobre lo que es considerado como “político”, si a cualquier ser humano en el mundo se le interrogara quién fue Hugo Chávez, la respuesta automática sería “un político”.

De gran verbo e infinita capacidad para la generación de ideas y proyectos, el Comandante se caracterizó por su alta capacidad para argumentar cada una de sus acciones, decisiones y propuestas como lo demuestra su primera aparición pública, donde con ética y responsabilidad asumió el liderazgo de una rebelión militar derrotada y argumentó el porqué de esta acción.

“Compañeros, lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital. Es decir, nosotros acá en Caracas, no logramos controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de evitar más derramamiento de sangre. Ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor. Así que oigan mi palabra. Oigan al Comandante Chávez quien les lanza este mensaje para que, por favor, reflexionen y depongan las armas porque ya, en verdad, los objetivos que nos hemos trazado a nivel nacional, es imposible que los logremos. Compañeros, oigan este mensaje solidario. Les agradezco su lealtad, les agradezco su valentía, su desprendimiento, y yo, ante el país y ante ustedes, asumo la responsabilidad de este Movimiento militar Bolivariano. Muchas gracias", dijo en esa ocasión.

Fue a partir de este breve discurso que se inició la vida del Chávez político, ese que con argumentos enrumbaría al país a una revolución social de un pueblo que le escuchaba y seguía por haber demostrado una incuestionable ética y moral en el ejercicio de lo que él definía como la “política de altura”.

“Hagamos política con P mayúscula”, era su constante llamado a los factores opositores a los que confrontó con gran éxito en todos los campos, utilizando para ello la conexión que había logrado con el pueblo gracias a su discurso franco y sin cortapisa.

“El que vote por Chávez lo estará haciendo por el Socialismo”, dijo durante su campaña a la reelección de 2006, contraviniendo las recomendaciones de “asesores” y dirigentes que le alertaban sobre el peligro de plantear esta ruta al Pueblo, demostrando que, para el Comandante, la sinceridad era primordial en el quehacer político.

La estatura política lograda por Chávez, con la ejecución de la dialéctica revolucionaria, lo llevó a ser una importante voz en el ámbito internacional donde los pueblos esperaban ansiosos su aparición en Cumbres y en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas.

“Ayer el diablo vino aquí; en este lugar huele a azufre todavía. Ayer desde esta misma tribuna el señor presidente de EEUU, a quien yo llamo el diablo, vino aquí hablando como dueño del mundo; un psiquiatra no estaría de más para analizar el discurso de ayer, como vocero del imperialismo vino a dar sus recetas para tratar de mantener el actual esquema de dominación y saqueo, para una película de Hitchcock estaría buena titularla Receta del diablo", fue parte del coraje y sinceridad discursiva y de acción que hacían de Chávez un verdadero político con P mayúscula.

Fundó el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), el Movimiento V República (MVR) y el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv); donde logró aglutinar en todos a diversas corrientes de la izquierda e incluso de la derecha nacionalista para alcanzar las victorias necesarias en función del proyecto de la Revolución, demostrando gran capacidad para el diálogo y la concertación que debe tener un buen político.

Pero esta capacidad no se quedó en lo partidista interno y traspasó las fronteras, tal y como lo demostró con las decisivas gestiones que durante años realizó en función de concretar un organismo de integración para Latinoamérica, donde logró que Gobiernos de izquierda, progresistas y de derecha firmaran la constitución de Petrocaribe, la Unasur y posteriormente la Celac.

Este talante de líder político que trascendió las fronteras lo llevó a jugar un rol fundamental en la paz de Colombia y la derrota del Alca, pero además a ser una voz denunciante de los atropellos contra los pueblos sin importar en qué parte del mundo se encontraran, llegando a enfrentar a poderosos lobbies como el sionista.

“Considero que el Estado de Israel está enloquecido, está aplicándole o arremetiendo, o haciéndole al pueblo palestino y al pueblo libanés lo mismo que ellos han criticado, y con razón, el holocausto, pero esto es un nuevo holocausto, están masacrando niños y nadie sabe cuántos están sepultados, están utilizando las bombas de más alta precisión y de más alto poder de penetración, no son cualquier bomba. Esas bombas, que son bombas hechas en los Estados Unidos, y se les han enviado de manera especial ahora, para que cumplan con este plan, con este genocidio”, dijo tras argumentar su decisión de romper relaciones con este país que hoy, bajo el silencio de politiqueros y títeres de las grandes corporaciones que se hacen llamar políticos, sigue sembrando el terror en el Medio Oriente.

“¡Viva Chávez!”, eran las consignas que le regalaban en cada una de sus visitas a cualquier parte de Venezuela y el mundo, donde esos pueblos, sin importar el idioma, la religión o el color de piel, profesaban admiración por ese hombre de verbo encendido, de palabra sincera, que abrazaba con amor al humilde y que con gran ética y moral levantaba su voz y promovía acciones para alcanzar eso que lo llevó a abandonar los cuarteles para convertirse en político con P mayúscula, con P de Pueblo: construir la suprema felicidad social y salvar a la especie humana de su mayor enemigo, el capitalismo.

“En los últimos años, en mi criterio, pareciera que la política, la gran política fue desterrada de los espacios del mundo… Creo que se impone ahora la revancha de la política, el retorno de la gran política. No es cierto que la mano invisible del mercado va a solucionar lo malo del mundo. Eso es absolutamente falso. Los pueblos son la esencia del esfuerzo de la política (…) el objetivo tiene que ser los pueblos, su vida, su dignidad, su soberanía, su desarrollo integral, su desarrollo humano, su felicidad, diría el Padre Libertador de América, Simón Bolívar”.

Comandante Supremo Hugo Chávez

(Acto de transmisión de la presidencia del Grupo de los 77, Irán, 11 enero de 2002)

 

 

 

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