¡Corruptos! Conozca el guiso de Nitu Pérez Osuna y su esposo Vladimir Petit con edificio en Caracas

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Nitu Pérez Osuna funge operadora comunicacional de La Sayona
Foto: Internet

Publicado: 02/10/2024 08:39 PM

Patriota Cooperante El Cronista nos informa:

Diosdado, esta historia es un claro ejemplo de cómo la corrupción y la burocracia de la Cuarta República perjudicaron a ciudadanos honestos. La Torre Solano, ubicada en la avenida Francisco Solano López, fue construida a finales de los años 80 por el inmigrante italiano Michele Petrizzo, quien dedicó años de esfuerzo y trabajo para levantar ese edificio.

Desde el inicio, enfrentó obstáculos significativos con las autoridades municipales, que se negaron a otorgarle la cédula de habitabilidad completa, permitiendo solo el uso de la planta baja y el primer piso. Como resultado, 12 pisos quedaron inutilizados, bloqueados por ordenanzas que parecían más una traba burocrática que una medida justa.

A finales de los 90, entraron en escena Vladimir Petit Medina y su esposa, la periodista Nitu Pérez Osuna. Según denuncias de la familia Petrizzo, ambos participaron directamente en la apropiación indebida de la Torre Solano. Propusieron alquilar el edificio para establecer el Instituto Universitario de Gerencia y Tecnología (IUTG), que sería de su propiedad.

A pesar de las reservas iniciales debido a su reputación, la familia Petrizzo accedió al arrendamiento con la esperanza de darle uso al edificio. Sin embargo, tras solo tres meses de pagos, los Petit dejaron de cumplir con sus obligaciones financieras. Según las denuncias, utilizaron tácticas legales para permanecer en el edificio sin un título legítimo, aprovechándose de las demoras y complejidades del sistema judicial de ese entonces. De esta manera, han ocupado la torre durante casi tres décadas sin abonar más alquiler, una situación que la familia propietaria considera una usurpación.

Lo más sorprendente es que recientemente Vladimir Petit Medina afirmó que la familia Petrizzo les debe un millón y medio de dólares por supuestas mejoras realizadas durante su ocupación. La familia Petrizzo rechaza este reclamo, argumentando que es injusto y carece de fundamento, ya que han utilizado el edificio sin compensación económica durante años.

Por cierto, Nitu es la misma que ahora funge, desde Panamá, como operadora comunicacional de La Sayona

Este caso ilustra cómo, en la Cuarta República, ciertas prácticas permitían que individuos se aprovecharan del sistema en detrimento de los derechos de los legítimos propietarios. La participación directa de Nitu Pérez Osuna y su esposo en este asunto resalta las injusticias cometidas y la necesidad de proteger los derechos de quienes, con esfuerzo y dedicación, contribuyen al desarrollo del país.

REDACCIÓN MAZO


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