Malaverismos: La banda de los Guaidó atraca de nuevo

Tenemos que deslindarnos –dijo Stalin Gonzales quien estaba llegando de Barbados
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Publicado: 04/08/2019 06:00 AM

Reunidos en el Salón Rómulo Betancourt, en la quinta La Pipa de Guatire, los miembros caídos de la oposición discuten acerca de los atracos que ha venido cometiendo la Banda de Los Guaidó y lamentan mucho que los están dejando por fuera de todo.

 

La señora Críspula Salazar asomó la cabeza en la puerta de la cocina y pudo ver que ya la delegación de miembros caídos de la oposición había tomado asiento y estaban dispuestos a escuchar las palabras orientadoras de su jefe Henry Ramos Allup. Siguió viendo detenidamente y se dio cuenta de que Andrés Velásquez le estaba haciendo una seña llevándose las manos a la boca  cómo preguntándole si ya estaban listos los tequeños. La señora Críspula se hizo la loca y se metió nuevamente a  la cocina diciendo: “Carajo, cómo habrá pasado hambre ese hombre”

Mientras tanto, en la sala Rómulo Betancourt, Ramos Allup tomó la palabra:

- Amigos. Lo que nos está pasando es muy serio. Este nuevo atraco, porque hay que llamarlo así, de la gente del petimetre Guaidó, en verdad que nos tiene turulatos. Aquí, donde uno menos espera, salta un ladrón, dígame ese contralor que encontró Guaidó para entregar Citgo, José Ignacio Hernández se llama, y es abogado, y hay que anotar ese nombre por si acaso mañana para la campaña electoral hay que pedir financiamiento. Es verdad que uno apoya esta cosa, pero aquí, como diría el compañero Carlos Ortega, esto se nos fue de las manos, y la gente de Voluntad Popular se está llenando las manos y los bolsillos.

- Eso es cierto.- dijo Andrés Velásquez.

- Yo estoy pelando en Colombia –dijo por Skype Ismael García.

- A mí me queda alguito por ahí.- dijo Richard Blanco, también por Skype.

Y Ramos Allup volvió a tomar la palabra:

-Ustedes que están en Colombia, busquen por allí a Rossana o a Kevin Rojas y pídanle su parte, porque allí comenzó todo. Ese fue el Cucutazo, que de paso, desde Lima, y limpio también, el compañero Ortega dice por su twitter que por lo visto se avecina otro Cucutazo, así que esta cosa mete miedo. Nunca se había robado tanto en este país como se está haciendo ahora. Roban los dos gobiernos, el verdadero y el falso.

- Pero el falso le lleva una morena al verdadero.- dijo Omar Barboza.

Andrés Velásquez seguía mirando para la puerta de la cocina esperando que saliera Críspula Salazar con los tequeños, y Ramos Allup le dijo.

-Aguanta, Andrés, que es temprano.

Todos sonrieron y  Ramos Allup volvió a decir.

-Es que están pasando unas cosas increíbles. Allí está preso Zambranito por ir a felicitar a Guaidó por la liberación de Leopoldo. Y mientras tanto, ellos, los lechuguinos y petimetres se están llenando. Uno no sabe quién se quedó con los reales de la Ayuda Humanitaria y el concierto aquel de Cúcuta. Uno no sabe qué va a pasar con esos 42 millones de dólares que anunció Trump, y ahora este negocio de más de 12 mil millones de dólares que se metieron esos locos con el nuevo atraco de Citgo y este contralor que es capaz de vender el país sin importarle quién está adentro.

- Tenemos que deslindarnos –dijo Stalin Gonzales quien estaba llegando de Barbados.

- Si nos deslindamos nos van a llamar cobardes y lo que les dé la gana por twitter, porque allí hay unos radicales que son muy valientes, pero a la hora de las chiquitas son unos cobardes. –dijo Andrés Velásquez.

- Ahí están Claudio y Eduardo Fernández, les han dicho de todo porque están diciendo lo que debería decir uno pero no lo decimos porque ya estamos metidos en este robo del siglo XXI.- dijo Ramos Allup.

Otra vez Críspula Salazar asomó la cabeza y vio que Andrés Velásquez estaba desesperado moviéndose en la silla. Y Ramos Allup entonces dijo:

-Vamos a hacer un time, para que Andrés coma y volvemos después.

Y la señora Críspula Salazar llegó con la bandeja de tequeños, pero no pudo ir más allá del asiento de Andrés Velásquez.


Roberto Malaver

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