Malaverismos: La vuelta al mundo en un Henri Falcón

Antonio Ledezma y Julio Borges
Foto: Internet

Publicado: 10/06/2018 06:00 AM

Cuando Antonio Ledezma y Julio Borges se enteraron de que Henri Falcón le iba a dar la vuelta al mundo pidiendo la ilegalización de las elecciones en Venezuela, se reunieron de urgencia en Madrid.

Disfrazado de Inspector Ardilla, Julio Borges llegó a la puerta de la Tasca El Murciélago Azul, en la Gran Vía, y vio para todos lados. Desde un rincón vio que un llanero venezolano con sombrero de cogollo oriental lo saludaba. Se fue hasta allá y le preguntó: “¿Tú eres Antonio Ledezma, verdad? El llanero en la capital de España lo vio, y le dijo: “Claro, Inspector Ardilla, y tú eres Julio Borges, ¿verdad? Los dos sonrieron y Borges tomó asiento.

Los dos importantes líderes de la oposición, o lo que queda de ella, se habían puesto de acuerdo por teléfono público, porque tienen miedo de que sus teléfonos celulares estén pinchados. Cuando supieron que Henri Falcón había anunciado un viaje a la ONU para llevar unos Puntos Rojos y mostrarlos como prueba del fraude en las elecciones de Venezuela, decidieren reunirse, porque además, el candidato superderrotado también dijo que iba a visitar otros países. Y eso los puso sobre aviso. Y por temor a compartir los regalos que antes les hacia el Partido Popular, y que ahora están esperando que Pedro Sánchez les dé una audiencia para que les ratifique esos favores, porque según dice Felipe González, él tenía más poder con Mariano Rajoy que con este Pedro Sánchez.

Y allí estaban en la Tasca El Murciélago Azul, donde habían decidido llegar disfrazados por temor a que algún venezolano, o una cosa de esas que llaman patriota

cooperante, los pudiera conocer, y entonces sí es verdad que ellos le iban a dar la vuelta al mundo primero que Henri Falcón, porque los iban a sacar por las redes sociales. Así que allí estaba el Inspector Ardilla, y el Llanero conversando políticamente. “Te confieso que eso de Falcón me tiene muy preocupado, porque si viene para acá seguro nos va a pedir que lo apoyemos, y no es bueno compartir con él, sobre todo porque traicionó el boicot a las elecciones”- comentó Julio Borges. “Vamos a esperar. Lo mejor es que estemos moscas y que no sepa dónde estamos. Así no nos molesta”- dijo Ledezma.

El mesonero se acercó a la mesa, y viéndolos detenidamente, les dijo: “Caramba, machos, y ustedes ¿que están celebrando con esa facha? Ledezma se calzó bien su sombrero de cogollo y sin contestar, dijo: "Una botella de vino tinto El Márquez de Cáceres. Por favor” El mesonero se retiró y el inspector y el llanero siguieron hablando. “Lo peor es que Falcón ahora creó una vaina que llama una nueva plataforma de la oposición, y llama a la Mud a participar. Yo te confieso que ya no sé cuántas oposiciones hay en Venezuela”. Ledezma sonrió y comentó: “Tranquilo. Esa plataforma después que haga el viaje, seguro que no existe, eso lo dijo para justificar el viaje. Ese no tiene gente para crear ninguna plataforma. Como yo, que tampoco tengo gente, y aquí estoy disfrutando”.

El mesonero volvió con la botella y la destapó frente a ellos y les sirvió las copas y les dijo: “Es la primera vez que le sirvo una botella de vino al inspector Ardilla y a un llanero venezolano” Cuando escucharon eso, los dos hombre se asustaron, y Ledezma preguntó. “¿Y cómo sabe usted que soy venezolano?”. Y el mesonero, muerto de la risa, le dijo. “Amigo, aquí hablamos tanto de Venezuela, que ya los llaneros venezolanos viven con nosotros en programas de televisión. Y hasta Rajoy salió con un liquilique”

Ledezma y Borges decidieron entonces esperar para ver qué pasaba con la vuelta al mundo que estaba dando Henri Falcón, mientras tanto, tenían que esperar la audiencia con Pedro Sánchez que les está buscando el amigo Felipe González.

@robertomalaver


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