Red popular de cocineras trabajan en la recuperación de la gastronomía ancestral venezolana
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Cortesía
Publicado: 24/10/2024 06:30 PM
Al abordar el tema de la cocina ancestral criolla, Laura Díaz, durante su participación en el programa radial “En clave comunal,” moderado por la periodista Nerliny Carucí y transmitido por Radio Nacional de Venezuela (RNV), explicó que se trata de un sistema cultural gestado en los territorios de lo que hoy conocemos como Venezuela, durante el período prehispánico, el cual data entre 14 y 20 mil años.
"Este sistema incluye no solo los alimentos del hábitat, sino también la tecnología desarrollada para hacerlos comestibles: el uso del fuego, la selección de tierras y semillas", dijo.
En tal sentido, destacó cómo los pueblos originarios identificaron qué alimentos eran comestibles y cómo desarrollar tecnologías para multiplicar, preservar, cocinar, combinar y compartir estos alimentos. “A ellos debemos el saber qué podemos comer y qué no”, señaló.
“La cocina ancestral incluye todo el proceso cultural que está aliado al alimento: desde el ecosistema, la semilla, las aguas, las fuentes de alimentos de todo tipo, no solamente en los ambientes selváticos, sino en las lagunas, en los ríos, en el mar. También un sistema de intercambio; es decir: cómo migran los alimentos y las semillas en la ancestralidad, a lo largo y ancho de nuestro territorio, y cómo también legamos esas semillas y esos alimentos a otras poblaciones del planeta”, detalló.
Laura refirió el proyecto de Círculos de la Memoria para la Reconstrucción Culinaria, donde se reúnen adultos mayores para hacer un trabajo de ancestralidad, identificando recetas y alimentos de la memoria que pueden haberse perdido al mudarse a nuevos hábitats. Un ejemplo relevante es la pizca andina que, a pesar de la distancia, sigue preparándose en Petare, desde hace 80 años.
“Nos reunimos con las personas de mayor edad que están ancladas a un territorio y empezamos a hacer un trabajo de ancestralidad para darnos cuenta en ese trabajo, en esos círculos, de cuál es nuestra traza ancestral, de dónde nací, dónde nació mi abuelo, dónde nació mi bisabuelo, cómo migró, cuáles fueron las recetas que se trajeron, las recetas de la memoria. Nos conseguimos con que hay recetas y alimentos que forman parte de un hábitat y que están vivos en una locación, pero luego cuando la gente se muda o se mueve ya no pueden ser replicados, porque en el nuevo hábitat ya no tienen esos recursos. Sin embargo, tenemos la experiencia, por ejemplo, aquí en Petare, hablando de Caracas, donde tenemos un círculo de la memoria, donde nos damos cuenta de que está una pizca, que todavía es una pizca andina que tiene 80 años haciéndose en Petare. Eso es importante. Entonces, es la primera aproximación”, expresó.
La cocinera venezolana recuerda que, además de la miel, nuestros ancestros usaban hierbas endulzantes y técnicas de deshidratación y pulverización de frutas para obtener endulzantes naturales. Un ejemplo es el ponsigué, una manzanita que se deshidrata naturalmente al caer del árbol, transformándose en algo similar a una pasa.
II Congreso de Cocina Ancestral Venezolana
En el II Congreso de Cocina Ancestral Venezolana, que se realiza en Caracas, Laura Díaz busca que todos los participantes comprendan claramente qué significa la cocina ancestral, específicamente aquella del período prehispánico. Enfatiza la importancia de reconocer y visibilizar la tecnología desarrollada por los pueblos originarios, que ha configurado el sistema alimentario de nuestro hábitat.
El legado culinario de Laura Díaz se remonta a sus ancestros, ya que tanto su bisabuela paterna como su abuela fueron cocineras. Esta herencia la llevó a fundar la Red Venezolana de Cocinas Ancestrales y a dedicarse a la recuperación de los sabores de la memoria ancestral de Venezuela.
REDACCIÓN MAZO