Hugbel Roa: Coronavirus ¿Guerra biológica?
Publicado: 02/03/2020 12:04 PM
¿Quién crea enfermedades y quiénes se benefician de ellas?
Milton William Cooper, un Alto Oficial de la Inteligencia Naval de EEUU,
reveló que el VIH/SIDA fue desarrollado en instalaciones biológicas militares
de la base de Fort Detrick en 1972 por el Pentágono, como parte del Proyecto
MK-NAOMI, siguiendo una orden ejecutiva directa y dando cumplimiento
a una Agenda global establecida por el Departamento de Estado, según
reseña la página web del PCV.
El Proyecto MKNAOMI se llevó a cabo en Maryland, durante los comienzos
de la década de 1970. Tras el desarrollo de estos “microbios”, se buscó
comenzar a infectar a diversas poblaciones que la élite mundial consideraba
“indeseable”, comenzando por África y continuando por el ámbito
hispanoamericano y los homosexuales; en otras palabras, se convirtió en un
proyecto racista y heterosexista. Según Cooper, “la población pobre de los
EE.UU. fue infectada en 1978 con la vacuna contra la hepatitis B a través de
los Centros para el Control de Enfermedades y el Centro de Sangre de Nueva
York”.
¿Quiénes más formaron parte de esta conspiración? Las grandes élites
mundiales: El Grupo Bilderberg, el Club de Roma, la CIA, entre otros.
En 1932, el Gobierno Federal estuvo activamente involucrado en el infame
experimento de Tuskegee, Alabama, donde aproximadamente 600 afro estadounidenses,
de origen humilde y en su mayoría analfabetos, fueron “estudiados” para
observar la progresión natural de la sífilis. Las personas utilizadas en este
experimento no habían dado su consentimiento informado, no habían sido
debidamente notificados de su diagnóstico y fueron engañados al decirles que
tenían “mala sangre”. Además, fallaron en no proveerle remedio médico
(penicilina) a dichos pacientes, incidente que fue inspiración de la película,
Miss Evers’ Boys.
Tampoco olvidemos, los escalofriantes experimentos con víctimas guatemaltecas y
cuyos documentos salieron a relucir durante la investigación de la profesora
Susan M. Reverby en torno al caso Tuskegee. En este caso, el gobierno
estadounidense proveyó fondos a infectar a personas con sífilis. Siendo esto,
un claro crimen contra la humanidad.
En casos más recientes, en la década de 1960, un miembro de la Harvard
Medical School, Henry Beecher, denunció en el New England Journal Medicine, a
22 experimentos en Estados Unidos que violaban la ética de investigación.
Tampoco perdamos de vista el estudio de Willowbrook, en que el que se
experimentó con hepatitis y pacientes mentales; o el estudio del Jewish Chronic
Disease Hospital en Brooklyn, en Nueva York, en que se le insertaron células
cancerosas a ancianos con problemas mentales.
Mientras el mundo enfrenta una emergencia global por el brote del
Coronavirus, que ya ha dejado más de 1.000 muertos, el mercado farmacéutico
sigue llenándose los bolsillos.
El mercado farmacéutico lo dominan las grandes empresas que, a su vez, acaparan
el mercado mundial.
La farmacéutica Moderna Inc., envió una vacuna experimental contra el
Coronavirus al Gobierno de Estados Unidos. Una hora después de la apertura de
la bolsa, las acciones de la farmacéutica subían casi un 14% hasta situarse en
los 21,36 dólares por acciones, según EFE.
La compañía francesa Novacyt, en lo que va de año, sus ganancias rozan
el 1.000%, sus acciones ya se revalorizan en bolsa un 426,63% con el auge del
coronavirus. Otras cinco empresas como la española PharmaMar, la malasia Top
Glove Corporation, las compañías chinas Allmed Medical Products y Jafron
Biomedical, y la empresa de Shanghái Pin An Healthcare and Tecnology, también
se vieron beneficiadas, por la venta de distintos implementos y suministros
farmacéuticos.
La implementación de guerras biológicas por parte de Estados Unidos no debe
sorprender a nadie. A lo largo de los años han utilizado este recurso como arma
de dominación mundial y de enriquecimiento de sus principales aliados. El
principal interés de las grandes hegemonías económicas y farmacéuticas es
continuar aumentando sus ganancias al costo que sea, muy por encima de la vida
humana.
Actualmente China, es el rival económico más fuerte de Estados Unidos. No
es casual, la guerra económica declarada por Trump, contra el país asiático. En
su afán por frustrar el crecimiento de China a toda costa, ¿podemos
pensar que el coronavirus es algo fortuito? Como dijo el diplomático Eugenio Brogolat: No hay economía que no se
constipe cuando la China estornuda.
HUGBEL ROA
@HugbelRoaPsuv