En 1761 nació el precursor de la independencia José María España
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Publicado: 08/05/2024 08:34 AM
El 8 de mayo de 1799 fue ejecutado en la Plaza Mayor de
Caracas José María España, quien conjuntamente
con Manuel Gual dirigió el importante movimiento pre-independentista
que se conoce con el nombre de Conspiración de Gual y España.
Nació el 28 de febrero de 1761 en La
Guaira. España fue un hombre culto, era asiduo lector de
filosofía, dominaba los idiomas inglés y francés.
Al morir su padre, pasa a regentar junto con sus hermanos una
hacienda de cacao llamada El Carmen, que la familia España poseía
en las inmediaciones de Naiguatá. También ejerció el comercio.
En 1793 el gobernador y capitán general de Venezuela,
Pedro Carbonell, lo nombró Teniente Justicia Mayor de
Macuto.
En los calabozos de las bóvedas de La Guaira se
encontraban, desde finales de 1796, Juan Bautista Picornell, Manuel
Cortés Campomanes, Sebastián Andrés y José Lax, reos de Estado
remitidos presos desde la península por haber intentado establecer allí una
república como la francesa. Gual, España y el grupo de
conspiradores que los seguían, se contactaron con los reos, quienes reafirmaron
sus ideas revolucionarias.
España, en su posición de teniente
justicia mayor, favoreció la fuga de los revolucionarios españoles, la noche
del 4 de junio de 1797, los ocultó en Macuto y facilitó su
huida a las Antillas el día 26.
Descubierta la conspiración por las autoridades españolas
de Caracas, el 13 de julio de ese mismo año, España y Gual siguieron
adelante celebrando reuniones en un sitio denominado Quita Calzón,
río arriba de La Guaira.
El 14 de julio las autoridades arrestaron a muchos de los
involucrados. Gual y España escapan hacia
las Antillas. España fue a la isla de Curazao,
de donde pasó luego a las de Guadalupe, San Bartolomé, Saint Thomas,
Sainte Croix, Martinica y finalmente a la isla de Trinidad.
En 1799 regresó a La Guaira, pero su escondite
fue delatado; sometido a juicio, se le condenó a muerte por sedicioso y
conspirador.
Antes de morir, España pronunció
las proféticas palabras: "No pasará mucho tiempo sin que mis
cenizas sean honradas".
En ese mismo sitio está la estatua del Libertador Simón Bolívar, de modo que se cumplió su profecía de que sus cenizas serían honradas.
REDACCIÓN MAZO