Opinión: Venezuela bajo ataque de hipócritas y golpistas
Publicado: 28/01/2019 03:50 PM
Hoy se viven días de intensas presiones, que han llevado incluso
a generar, por parte de la oposición, la auto designación como presidente de un
diputado suplente de la declarada en rebeldía Asamblea Nacional, el militante
del extremista Partido de ultraderecha Voluntad Popular, Juan Guaidó, como
Presidente Interino, Encargado, Provisional u otras denominaciones que salgan a
la luz en este acto espurio y absurdo de una oposición que no da pié con bola.
Ello en un acto a mano alzada al estilo de las elecciones de un equipo de
football en un club de barrio.
Usurpar el poder en nombre de la democracia
Guaidó, el novel diputado
suplente salió a la luz teniendo detrás las figuras en fuga de toda la pléyade
de golpistas de partidos de ultraderecha, que usan esta nueva estrategia
conscientes que la población venezolana desconfía absolutamente de personajes
como Antonio Ledezma, María Corina Machado, Juan Requesens, Henry Ramos Allup y
cuya imagen más patética es la del ex Diputado Julio Borges —acusado de intento
de magnicidio —quien goza del dinero mal habido en su lujoso retiro. Ello, en
una mansión proporcionada por el gobierno colombiano en Bogotá, la capital de
este país vecino a Venezuela y donde se suelen tejer las acciones
desestabilizadoras en terreno, las operaciones de contrabando y el ingreso de
paramilitares y narcotraficantes que aprovechan la protección gubernamental de
la administración de Iván Duque.
Hablo de una oposición que
pretende usurpar el poder por vías no democráticas, que ha decidido llegar al
gobierno sin usar los propios mecanismos democráticos, que no han podido
superar pues han sido derrotados una y otra vez por el chavismo. Una oposición
que actúa bajo un marco de impunidad pues cuenta con el apoyo decidido del
gobierno estadounidense y cómplices regionales como los gobiernos de Colombia,
Argentina y Chile, que no han dudado en vender su dignidad en aras de complacer
los deseos de la administración Trump, para desestabilizar a Venezuela. Usando
para ello a medios de información despojados de todo decoro, independencia y
ética periodística. El tema no es defender o no al Presidente de un país —bien
saben hacerlo en el chavismo y sus dirigentes— pero sí debemos exigir que las
posiciones del gobierno venezolano, las imágenes de su multitudinarias
movilizaciones, sus declaraciones desmintiendo los llamados “fake news”
opositores, tengan cabida en medios radiales, televisivos, escritos. Medios que
han estrechado filas con el golpismo en forma desvergonzada. Debemos ser
capaces de exigir a nuestrosgobiernos que respeten la no injerencia en los
asuntos internos de los países y que trabajen más por lograr la paz que la
destrucción. Actuar como mediadores y no como verdugos.
Uso este superlativode
dificilísimo, pues el gobierno y la sociedad venezolana se encuentran sometidas
a fortísimas presiones políticas, diplomáticas, económicas y militares,
lideradas principalmente por Estados Unidos y secundadas por un conjunto de
gobiernos latinoamericanos que actúan como espantajos de Washington, bajo la denominación
de Grupo de Lima y donde el pandero de la intervención ilegal, en los asuntos
internos de los países, lo lleva la Organización de Estados Americanos –OEA–
presidida por el uruguayo y ex militante del Frente Amplio de ese país
(expulsado deshonrosamente) Luís Almagro. Recordemos que la expulsión de
este personaje se fundamentó “por la lectura que hace el FA sobre el
hostigamiento [que ha llevado a cabo Almagro] sobre el Gobierno de la República
Bolivariana de Venezuela. Hostigamiento que llegó al grado de haberse
posicionado sobre no descartar una intervención militar como forma de
solucionar los problemas políticos que tiene Venezuela, lo que determinó la
expulsión" según afirmó José Bayardi, presidente de la Comisión de
Relaciones Internacionales del Frente Amplio.
El Grupo de Lima al que hago
referencia está conformado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia,
Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana, Santa
Lucía. Creada en agosto del año 2017, tras el fracaso de gobiernos como
Paraguay, Chile, Colombia y Argentina de activar en la OEA, con la complicidad
de Almagro, la llamada Carta Democrática Interamericana, bajo la acusación que
Venezuela había roto el orden constitucional. Desde esa fecha hasta ahora este
Grupo se ha comportado como una asociación creada para delinquir – donde México
bajo su nuevo gobierno presidido por Andrés Manuel López Obrador ha ido poco a
poco saliendo de esta cofradíavociferante, sumándose al coro y las
acciones golpistas de Washington, que financia generosamente con millones de
dólares a los partidos opositores venezolanos y que con la autoproclamación
ilegal y golpista de Juan Guaidó pretender usurpar los fondos y reservas
financieras del pueblo venezolano para sostener este Golpe que se desarrolla a
vista y paciencia de organismo como la Organización de Naciones Unidas, la OEA,
la Unión Europea, que avalan con sus declaraciones y decisiones injerencistas
la violación de los principios de la Carta de la propia ONU, es el doble rasero
llevado al máximo.
El fracaso de las tentativas
golpistas de gobiernos latinoamericanos, ha ido acompañada de otras
iniciativas, como la pretensión de suspender a Venezuela de la propia OEA
llevada a cabo por Washington y sus cómplices regionales, que tampoco resultó
por la falta de votos suficientes, ya que sólo se obtuvieron 19 de los
necesarios 24 votos para proceder a esta medida. El gobierno venezolano
decidió, el 27 de abril del 2017, solicitar su salida voluntaria del organismo
regional. Una petición que concluirá el mismo día pero del 2019, una jornada
que el propio Presidente Maduro señaló sería un día festivo “el 27 de abril del
2019 lo declaro día festivo para el pueblo de Venezuela (...), desde ya día de
movilización y fiesta popular. Nos vamos de la OEA por decisión propia”, apuntó
el mandatario venezolano.
El día sábado 26 de enero
pasado, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), a petición de
Washington celebró una reunión de urgencia para discutir la situación en
Venezuela y presentar vía Argentina una resolución destinada a otorgar “pleno
apoyo al golpista Juan Guaidó”. Rusia y China, como miembros con derecho a veto
bloquearon la mencionada idea. “En el debate, Rusia ha denunciado una
injerencia flagrante de Washington en Venezuela que solo busca “un cambio de
poder” en el país. También, ha acusado a EE.UU. de querer “orquestar un golpe
de Estado”. China, por su parte, ha dejado claro que sigue considerando a
Nicolás Maduro como el presidente legítimo de Venezuela y ha abogado por el
diálogo. Discusión que se ha dado en la abierta hostilidad entre Venezuela y
Estados Unidos que significó el rompimiento de relaciones diplomáticas entre
ambos países determinado por el presidente Maduro y la expulsión de la
representación diplomática estadounidense. Decisión que parecematizarse en
orden a crear una Oficina de Intereses Económicos entre ambos países, visto los
vínculos de compra y venta de petróleo. Una Oficina del estilo de la que tuvo
por casi cinco décadas Washington y La Habana, tras el bloqueo impuesto por
Estados Unidos contra la Isla.
Atacar a Venezuela por todos los frentes
Venezuela resiste, tanto los
embates externos, como aquellos derivados de las propias dificultades de un
país sometido a medidas, que afectan a la población y su vida cotidiana en el
plano alimenticio y sanitario, fundamentalmente. Pero, donde la amenaza militar
está igualmente latente a través de declaraciones indirectas de intervención
desde Washington —bajo la idea que ninguna opción está descartada— y repetidas
solapadamente por personajes como el nuevo Presidente brasileño Jair Bolsonaro
y la propia disposición del gobierno colombiano de prestarse para una agresión
a Venezuela. Así podría cumplir su ansiado sueño de salir al Caribe vía
territorio venezolano vía el Lago Maracaiboy teniendo en mente las riquezas de
la Faja del Orinoco, considerando en esto el pronto término de las reservas
petroleras de Colombia.
El elemento territorial ha
estado presente en los 200 años de vida independiente de ambos países, porque
involucra recursos, apropiarse de plataformas de reservas de petróleo y de gas
como el caso del Golfo de Venezuela. Yldefonso Finol, historiador e
investigador zuliano nos amplia lo señalado anteriormente al sostener “en el
caso colombiano, la presencia de 7 bases militares de Estados Unidos en el
territorio colombiano, el control casi absoluto del imperio norteamericano de
la formación de la alta esfera colombiana y la intervención silente, invisible
del sionismo de Israel con eso combina un cóctel mortífero en territorio
colombiano contra Venezuela y ellos van a tratar de buscar cualquier forma de
conflicto para sembrar el odio, la intriga entre países que deberían actuar por
lo menos como buenos vecinos”.
Los problemas que afectan hoy a
Venezuela en los planos donde en general la sociedad lo siente con mayor
profundidades una realidad que indudablemente genera efectos indeseables,
molestias, reclamos, pero que requiere la lectura y la visión, más allá de los
estereotipos y dardos lanzados contra un gobierno, que ha hecho todo lo que
está de su mano, para aliviar las estrecheces económicas, mediante
medidas que muestran, no sólo iniciativa, sino también la firme decisión de
enfrentar al enemigo en amplísimos frentes que se le han colocado, incluyendo la
guerra mediática donde el bombardeo de noticias falsas, la tergiversación, la
manipulación y desinformación están a la orden del día.
Una de esas tergiversaciones,
manipulación y desinformación se refiere al uso abusivo y falaz del Artículo Nº
233 de la constitución bolivariana, repetido hasta el hartazgo por los medios
de información contrarios a Venezuela y que no han sido capaces, con un mínimo
de ética de desmenuzarlo para dar cuenta que lo argumentado por la oposición
para sostener que el Diputado suplente de la Asamblea nacional en desacato,
Juan Guaidó es el presidente Interino, es absolutamente falso. ¿Qué dice este
artículo? “Serán faltas absolutas del Presidente o Presidenta de la República:
su muerte, su renuncia, o su destitución decretada por sentencia del Tribunal
Supremo de Justicia, su incapacidad física o mental permanente certificada por
una junta médica designada por el Tribunal Supremo de Justicia y con aprobación
de la Asamblea Nacional, el abandono del cargo, declarado como tal por la
Asamblea Nacional, así como la revocación popular de su mandato”. Ninguno de
estos puntos concurren para sostener que el Presidente Nicolás Maduro no pueda
seguir siendo presidente.
El gobierno español, presidido
por el que se dice llamar Presidente del Partido Socialista Obrero Español
(PSOE) se ha sumado al coro desestabilizador de gobiernos como el del
derechista Sebastián Piñera de Chile, el también derechista Mauricio Macri de
Argentina, el ultraderechista Iván Duque de Colombia, lo propio con el ex militar
y partidario de la dictadura militar brasileña Jair Bolsonaro. Todos ellos
repitiendo y avalando hechos falsos y decisiones claramente partes de un Golpe
de Estado, fraguado en las reuniones con el gobierno estadounidense, en las
oficinas de la OEA y en esos encuentros de la asociación delictiva llamada
Grupo de Lima.
España, la de Pedro Sánchez,
que entierra con sus amenazas todo vínculo con la esencia democrática de su
partido que de obrero y socialista ya no tiene nada. Este Pedro Sánchez,
ciudadano de una potencia de medio pelo, subordinado a lo que decide en París y
Berlín cuando se refiere a Europa y a Washington, junto a Repsol, Banco
Santander y otras transnacionales con sede en España cuando el tema atañe a
Latinoamérica. Este Pedro Sánchez ciudadano de un país que traicionó al pueblo
Saharaui en sus anhelos de autodeterminación, la que no supera sus complejos,
la España Borbónica corrupta, represora de anhelos independentista de parte de
sus comunidades. Esa España le exige a Maduro hacer elecciones o reconocerá a
Guaidó, el diputado suplente como mandatario. Maduro contestó que si España
quiere elecciones entonces que la haga en su país. Y esa opinión está dotada de
toda lógica pues en España existe una Monarquía, acusada de corrupción, nombrada
en su origen tras la dictadura por el propio Francisco Franco. ¿Esta España
pretende dar lecciones de Democracia a Venezuela?
El gobierno chileno presidio
por un presidente multimillonario implicado en operaciones financieras y
comerciales, que han merecido sentencias judiciales. Un Chile sometido al poder
del dinero, que compra voluntades políticas y maneja a su antojo al país,
dotado de un sistema de pensiones que condena a la miseria a gran parte de su
población jubilada. Con un sistema sanitario donde si no tienes dinero te
mueres en eternas listas de espera. Un Chile donde la Policía Uniformada y el
Ejército llevan largos años robando al Estado sin castigo alguno. Un Chile
donde el contubernio político entre la ultraderecha, la derecha autodenominada
liberal, la democracia cristiana, pepedeistas, radicales, socialistas y una
parte de los noveles frenteamplistas trasmiten el mismo coro antichavista y de
esa manera desvían la atención sobre los graves problemas internos que nos
aquejan.
Sumemos a esta descripción a
una Colombia donde el narcotráfico es parte del ADN del estado, donde sólo en
el primer semestre del gobierno e Iván Duque se han asesinado a 250 líderes
sociales, que aún sufre los embates de la lucha contra el terrorismo, donde aún
existen miles de paramilitares alzados en armas y el narcotráfico está
enquistado en las instituciones del Estado. ¿Ese Chile y esa Colombia pretenden
dar lecciones de democracia a Venezuela?. Esa conducta de doble moral deja al
descubierto los verdaderos objetivos de Washington y aquellos gobiernos títeres
regionales como Colombia, Chile, Paraguay, Brasil entre otros que se suman al
corro desestabilizador europeo comandado por una España que no se resigna a la
pérdida de sus apetitos por volver a tener presencia en la industria petrolera
venezolana.
Venezuela está en una batalla
épica, qué duda cabe. Una lucha contra los grandes poderes del imperialismo y
sus acólitos, que día a día le clavan sus navajas filosas, cada día lanzan
dardos que pretender hacerla sucumbir en el plano económico. Aislarla, dividir
a su población, abrir las puertas a atentados reales y de falsa bandera,
alentar la sedición de las Fuerzas Armadas, comprar lealtades, y con una lluvia
de declaraciones, con declaraciones que a su vez muestran la enorme hipocresía
de aquellos que se muestran soberbios, arrogantes, belicosos cuando se trata de
Venezuela pero callan obsequiosos y genuflexos si se trata de verdaderos
violadores del derecho internacional, de los derechos humanos de millones de
seres humanos, criminales de guerra y culpables de crímenes de lesa humanidad
como son dos casos emblemáticos: la entidad sionista y la Monarquías Saudí. Con
ellos no hay bloqueos, embargos, operaciones mediáticas, uso de recursos
entregados por el gobierno estadounidense para financiar la oposición. Con
ellos hay venta de armas, palmoteos de espalda, silencio, ceguera, mudez.
Pero, hasta ahora nada de lo
que hagan estos grupos, organizaciones e instituciones golpistas ha podido
mellar dos conceptos fundamentales cuando se enfrenta la hipocresía, al
bandidismo político, al golpismo y el sometimiento: la soberanía y la dignidad.
Conceptos de lo cual carecen personajes como Piñera, Duque, Ampuero, Bolsonaro,
Lenin Moreno, Mauricio Macri, Luis Almagro entre otros esperpentos políticos.
Por ello, consciente de los problemas que enfrenta Venezuela, las
dificultadesfinancieras, económicas, las propias pugnas que frenan en ocasiones
las decisiones que hay que tomar, los intentos de sedición de aquellos que han
traicionado su patria, las propias intríngulis políticas y administrativas, a
pesar de ello el llamado es a reforzar el compromiso de una sociedad que
resiste día a día, de aquellos que viviendo fuera de Venezuela estamos llamados
a ampliar la solidaridad bajo conceptos de respeto a la autodeterminación de
los pueblos y la búsqueda de caminos de entendimiento, de diálogo, pues en el
enfrentamiento entre hermanos, los únicos favorecidos son los señores de la
guerra, el complejo militar-industrial de los mismos países que hablan de
democracia y las transnacionales que a rio revuelto lanzan sus inmundas redes.
Trabajar por el rechazo a la
amenaza o el uso de la fuerza en cualquiera de las formas, incompatibles con
los propósitos y principios de la carta de las naciones Unidas. Carta en la
cual, queda explicitado que los países deben apoyar la solución de
controversias por medios pacíficos y de conformidad con los principios de la
justicia y el derecho internacional y la no injerencia en los asuntos internos
de los Estados. Por ello, más que dedicarse a desestabilizar a Venezuela,
tratar de expulsarla de organismos regionales, bloquearla, tratar de asfixiarla
deberían intentar avanzar por el camino de mediar, llamar al diálogo, a mediar
en función de lograr la paz social y no la destrucción de los países. El
objetivo debe estar siempre en el bienestar de nuestras sociedades, no de los
grupos económicos, ni las transnacionales, ni el sometimiento a los poderes
hegemónicos.
Venezuela vive hoy un momento dificilísimo, desde que la Revolución Bolivariana tomara el poder en febrero del año 1999 de la mano del fallecido Hugo Chávez.
PABLO JOFRE LEAL
PERIODISTA Y ESCRITOR CHILENO
TELESUR